June 20, 2025
Introducción: la nueva era del reporting corporativo
La sostenibilidad en todas sus dimensiones, ambiental, social y de gobernanza (ASG) ha dejado de ser un mero discurso o una moda para convertirse en un aspecto importante a integrar dentro de las estrategias empresariales. La relativamente reciente Directiva sobre Información Corporativa en Materia de Sostenibilidad (CSRD) y las Normas Europeas de Información en Sostenibilidad (ESRS o NEIS, en español) constituyen hitos fundamentales para ello dentro del marco regulador europeo. Estas normas no solo redefinen el modo en que las empresas reportan sus impactos ASG, sino que vienen a consolidar toda una arquitectura informativa robusta y estandarizada que es parte de la transformación que se está produciendo en la gestión empresarial. Este nuevo paradigma exige un enfoque estratégico, técnico y de cultura empresarial, que ninguna organización debería ignorar, son muchos más en su adopción los pros que los contras.
1. De la NFRD a la CSRD: el salto normativo
El marco anterior, la Directiva 2014/95/UE (NFRD), supuso el inicio de la incorporación de la información no financiera en los informes corporativos, y sin duda marcó las pautas para ir introduciendo esta cultura. No obstante, su carácter generalista, pero sobre todo la ausencia de indicadores normalizados y la diferencia de empresas obligadas por países, unido a la voluntariedad de la verificación externa, no terminaba de resolver la demanda de comparabilidad.
La CSRD, promulgada mediante la Directiva 2022/2464/UE, da un paso decisivo al ampliar el alcance de las empresas obligadas e imponer la obligación de verificación externa de la información no financiera. Este nuevo marco también establece el desarrollo de un sistema normativo europeo coherente a través de las ESRS (Normas Europeas de Información de Sostenibilidad, NEIS en español), liderado por el EFRAG y con participación activa de profesionales y un amplio número de representantes clave de las diferentes partes interesadas.
En comparación con la NFRD, la CSRD diríamos que redefine las bases del reporting corporativo, intentando eliminar ambigüedades y sobre todo orientando a las empresas hacia una mayor transparencia, coherencia y responsabilidad en la divulgación de su desempeño y actividades en materia de sostenibilidad, en ASG.
2. Las ESRS (NEIS) : arquitectura y pilares normativos
Aprobadas en diciembre de 2023 mediante el Reglamento Delegado (UE) 2023/2772, las ESRS/NEIS incluyen un primer conjunto de 12 normas divididas en bloques generales (principios y requisitos de divulgación) y temáticos (ambientales, sociales y de gobernanza). Estas normas se rigen por el principio de doble materialidad, exigiendo a las empresas divulgar tanto los impactos financieros de la sostenibilidad como los impactos de su actividad sobre el medio ambiente y la sociedad.
Se trata de una arquitectura normativa diseñada para armonizar y estandarizar la información en toda la UE. Entre sus principales aportaciones podríamos destacar:
- La obligatoriedad de aplicar indicadores tanto cuantitativos como cualitativos.
- La integración de la información de sostenibilidad en el informe de gestión.
- La interoperabilidad con marcos internacionales como GRI, ISSB y TCFD.
- El uso de formatos digitales legibles por máquina, facilitando el tratamiento automatizado de la información.
- El desarrollo de futuras normas específicas para pymes.
Además, se ha [sic] publicado una serie de guías de implementación sobre materialidad, cadena de valor y puntos de datos, que buscan facilitar la puesta en marcha práctica de los estándares.
3. Impacto en la estrategia empresarial: más que cumplimiento
La implementación de las ESRS/NEIS no se limita en mi opinión a un mero ejercicio de compliance. Debe representar una transformación estructural, que exige a las empresas repensar su modelo de negocio, sus relaciones con las partes interesadas y sus sistemas de información internos.
En este sentido, una de las claves y el inicio de todo el proceso que “todo lo ilumina” es el análisis de doble materialidad, que debe realizarse de forma rigurosa, identificando los asuntos que realmente afectan a la empresa y los impactos que esta genera en su entorno. No debe ser un mero listado, o el “incluirlo todo, por si acaso”. Esto tiene implicaciones concretas sobre:
- La redefinición de la cadena de valor y los procesos de debida diligencia.
- La implementación de sistemas de trazabilidad y control interno que aseguren la calidad de la información.
- La capacitación de equipos directivos y técnicos para manejar la complejidad técnica de los nuevos informes.
- El rediseño de indicadores clave de rendimiento (KPIs) para alinear la estrategia empresarial con los estándares ASG.
4. La experiencia europea y el caso español
Europa ha mostrado una respuesta decididamente proactiva ante la implementación de la CSRD y las ESRS. Según mi opinión y experiencia en este ámbito entiendo que las empresas europeas en general y españolas en particular, en este primer ejercicio, han sido ejemplares en su adaptación, si bien no exentas de dificultades. La mayor carga administrativa, al inicio del proceso, y la complejidad también inicial del marco han generado preocupaciones, especialmente en sectores no familiarizados con el reporting ASG.
En España, la Ley 11/2018 de información no financiera introdujo desde el año 2018 exigencias significativas para las empresas finalmente de más de 250 trabajadores, en la que además se incluía -y aún vigente- la verificación externa obligatoria. Esto ha permitido que el tejido empresarial español cuente con una experiencia previa valiosa, facilitando la transición hacia los requerimientos de la CSRD. Sin embargo, aún se requieren esfuerzos en supervisión, formación y digitalización para alcanzar una implementación plena. Como primeros deberes queda por resolver la transposición al ordenamiento español de la CSRD, aún no realizado y ya fuera de plazo, y la que incluía la “parada de reloj”.
5. El papel crucial de las pymes y la norma VSME
En este contexto, no podemos obviar que las pymes representan más del 90% del tejido empresarial europeo y su inclusión en el marco de sostenibilidad ha sido una prioridad del EFRAG. La norma VSME (Voluntary Standard for SMEs), desarrollada bajo el principio "Think Small First", adapta los principios de las ESRS/NEIS a la escala y capacidad de las pequeñas empresas, y ha sido y será clave. La apoyé desde su inicio, cuando prácticamente en este aspecto “predicaba en el desierto”, ya que entendía que era clave para ayudar a las pymes introducirse en esta cultura y además como forma de limitar y aclarar lo que desde las empresas grandes o entidades financieras, entre otros, podían solicitar a las pymes. Finalmente se logró que el EFRAG se pusiera a desarrollarla, hay que decir que con convencimiento y dedicación, y también con el apoyo de los representantes de la comisión europea, por lo que los esfuerzos iniciales en su defensa merecieron la pena.
Entre sus características más relevantes destacan:
- Reducción de métricas y simplificación de la presentación.
- Periodicidad adaptativa en la actualización de la información.
- Mayor flexibilidad en la identificación de temas materiales.
Esta norma resulta especialmente útil para aquellas pymes que, sin estar obligadas, forman parte de cadenas de suministro de grandes empresas o desean acceder a financiación sostenible o iniciarse en esta cultura. El denominado “Paquete Ómnibus” presentado por la Comisión Europea en febrero 2025, y actualmente aún en discusión, propone además reconocer legalmente la VSME -algo que siempre solicitamos- y, además, ampliar su aplicabilidad a empresas con hasta 1.000 empleados, si finalmente este es el límite que se aprueba al modificar la CSRD (aspecto aún no decidido).
6. Herramientas, metodologías y capacitación: hacia una cultura de la sostenibilidad
La implementación efectiva de la CSRD y el uso de las ESRS/NEIS exige una inversión en personal y en herramientas tecnológicas y metodologías adaptadas a esta nueva actividad.
Desde el Consejo General de Economistas, entre otras instituciones, hemos impulsado el desarrollo de guías específicas, programas formativos y un certificado profesional pionero denominado "Economista Experto en Información Corporativa de Sostenibilidad. Elaboración y Verificación", con un enfoque práctico e interdisciplinar. También son relevantes los esfuerzos en materiales, videos y guías que hemos realizado y apoyado desde el EFRAG SRB. Estas iniciativas contribuyen a profesionalizar el reporting sostenible, a fomentar una cultura organizacional orientada al cumplimiento ético y al desarrollo sostenible.
7. Beneficios estratégicos: confianza, reputación y financiación verde
Una empresa que cumple con el contenido de la CSRD, y se basa por tanto en las ESRS/NEIS gana en transparencia, fiabilidad y posicionamiento estratégico. Los informes estandarizados y verificables permiten a los inversores evaluar con mayor precisión el riesgo y las oportunidades en ASG, integrando estos factores en sus decisiones de inversión y de desarrollo de negocio.
Además, las empresas, sea cual sea su tamaño, que lideran en sostenibilidad acceden más fácilmente a productos financieros verdes, financiación bancaria, incentivos públicos y nuevos mercados, socios estratégicos o atracción y retención de talento. En una economía cada vez más orientada a los valores, la coherencia entre el discurso y la acción sostenible se convierte en una fuente de diferenciación. Es lo que los economistas indicamos cuando decimos que estas empresas tienen “su nicho”, tienen su mercado y su oportunidad.
Algunos estudios recientes ponen en relación la adopción de estrategias ASG, su integración en la empresa y sobre todo su adecuado reporting con el desempeño financiero y social, revelando que existe una correlación directa y positiva, son más rentables, y son más atractivas a los ojos de la sociedad, por los empleados y otros stakeholders. Logrando asimismo por tanto mejorar en su desempeño interno.
8. El Paquete Ómnibus: simplificación normativa sin perder esencia
A raíz de los primeros procesos de implementación, y como consecuencia de los informes Draghi y Letta, la nueva Comisión Europea ha propuesto al inicio de este año 2025 una serie de ajustes a través del denominado “Paquete Ómnibus”, cuya finalidad es simplificar el cumplimiento normativo y buscar eliminar duplicidades, que sin desregular apoye el crecimiento competitivo de la zona euro.
Entre sus medidas destacan:
- Reducción del número de métricas cualitativas y cuantitativas.
- Mayor tiempo para la entrada en vigor para empresas de menor tamaño.
- Eliminación de duplicidades con otras normativas financieras o sectoriales.
Para mí, lejos de suponer un retroceso, estos ajustes buscan aumentar la efectividad y la utilidad de la información reportada, evitando cargas innecesarias y facilitando la integración del reporting en los sistemas empresariales existentes. Las modificaciones propuestas por el paquete ómnibus, por un lado piden más tiempo para las empresas obligadas (aspecto este ya aprobado) y por otro busca quitar duplicidades, aprender de la experiencia de las grandes que ya aplicaron en 2024 la CSRD y las ESRS(NEIS), pero no supone eliminarlas, solo adaptarlas al mandato de la UE. La CSRD, las ESRS (NEIS) y los informes coporativos [sic] de sostenibilidad han venido para quedarse, podrá variar las empresas obligadas y algunos requerimientos, pero ya sea de forma obligatoria, por ser parte de la cadena de valor o por estrategia de mercado esta cultura ya es y será un hecho para muchas empresas y organizaciones.
Conclusiones: de la normativa a la transformación cultural
Como hemos indicado a lo largo de esta necesariamente breve tribuna, las CSRD y las ESRS/NEIS representan mucho más que un nuevo marco de reporte. Se trata de un verdadero catalizador de cambio organizacional, que impulsa a las empresas hacia una gestión más ética, transparente y orientada al largo plazo.
En este proceso, los profesionales, las asociaciones sectoriales, las universidades y las instituciones públicas deben colaborar activamente, construyendo puentes entre el conocimiento técnico y la acción empresarial.
La sostenibilidad ya no es una opción, sino una condición necesaria para la competitividad.
Las empresas que adopten esta visión con convicción no solo cumplirán con la normativa, sino que liderarán el futuro de una economía más justa, verde e inclusiva con “datos y no con relato”.
Bibliografía utilizada
Directiva 2022/2464/UE del Parlamento Europeo y del Consejo (CSRD).
EFRAG SRB. (2023). European Sustainability Reporting Standards (ESRS).
Ley 11/2018, de información no financiera y diversidad, del ordenamiento jurídico español.
Marin-Hernández, S. (2019) : “A europe for SMES: think small first and single market”. European Federation of Accountants and Auditors. www.efaa.com
Marín-Hernández, S. (2023). Nueva directiva sobre información en materia de sostenibilidad: desarrollo previo, efectos a futuro y estándares de sostenibilidad. Economistas, (181), 319-326.
Marín Hernández, Salvador y Subirats Alcoverro, Xavier (Coordinadores) (2024): Memento Práctico Francis Lefebvre. Sostenibilidad NEIS y Guías de Implantación ISBN: 978-84-10128-20-0. Editorial: Lefebvre
Ortiz-Martínez, E., & Marín-Hernández, S. (2024). Sustainability information in European small-and medium-sized enterprises. Journal of the Knowledge Economy, 15(2), 7497-7522.
Reglamento Delegado (UE) 2023/2772 de la Comisión Europea.
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