Introducción: la nueva era del reporting corporativo
La
sostenibilidad en todas sus dimensiones, ambiental, social y de
gobernanza (ASG) ha dejado de ser un mero discurso o una moda para
convertirse en un aspecto importante a integrar dentro de las
estrategias empresariales. La relativamente reciente Directiva sobre
Información Corporativa en Materia de Sostenibilidad (CSRD) y las Normas
Europeas de Información en Sostenibilidad (ESRS o NEIS, en español)
constituyen hitos fundamentales para ello dentro del marco regulador
europeo. Estas normas no solo redefinen el modo en que las empresas
reportan sus impactos ASG, sino que vienen a consolidar toda una
arquitectura informativa robusta y estandarizada que es parte de la
transformación que se está produciendo en la gestión empresarial. Este
nuevo paradigma exige un enfoque estratégico, técnico y de cultura
empresarial, que ninguna organización debería ignorar, son muchos más en
su adopción los pros que los contras.
1. De la NFRD a la CSRD: el salto normativo
El marco
anterior, la Directiva 2014/95/UE (NFRD), supuso el inicio de la
incorporación de la información no financiera en los informes
corporativos, y sin duda marcó las pautas para ir introduciendo esta
cultura. No obstante, su carácter generalista, pero sobre todo la
ausencia de indicadores normalizados y la diferencia de empresas
obligadas por países, unido a la voluntariedad de la verificación
externa, no terminaba de resolver la demanda de comparabilidad.
La CSRD,
promulgada mediante la Directiva 2022/2464/UE, da un paso decisivo al
ampliar el alcance de las empresas obligadas e imponer la obligación de
verificación externa de la información no financiera. Este nuevo marco
también establece el desarrollo de un sistema normativo europeo
coherente a través de las ESRS (Normas Europeas de Información de
Sostenibilidad, NEIS en español), liderado por el EFRAG y con
participación activa de profesionales y un amplio número de
representantes clave de las diferentes partes interesadas.
En
comparación con la NFRD, la CSRD diríamos que redefine las bases del
reporting corporativo, intentando eliminar ambigüedades y sobre todo
orientando a las empresas hacia una mayor transparencia, coherencia y
responsabilidad en la divulgación de su desempeño y actividades en
materia de sostenibilidad, en ASG.
2. Las ESRS (NEIS) : arquitectura y pilares normativos
Aprobadas
en diciembre de 2023 mediante el Reglamento Delegado (UE) 2023/2772, las
ESRS/NEIS incluyen un primer conjunto de 12 normas divididas en bloques
generales (principios y requisitos de divulgación) y temáticos
(ambientales, sociales y de gobernanza). Estas normas se rigen por el
principio de doble materialidad, exigiendo a las empresas divulgar tanto
los impactos financieros de la sostenibilidad como los impactos de su
actividad sobre el medio ambiente y la sociedad.
Se trata
de una arquitectura normativa diseñada para armonizar y estandarizar la
información en toda la UE. Entre sus principales aportaciones podríamos
destacar:
- La obligatoriedad de aplicar indicadores tanto cuantitativos como cualitativos.
- La integración de la información de sostenibilidad en el informe de gestión.
- La interoperabilidad con marcos internacionales como GRI, ISSB y TCFD.
- El uso de formatos digitales legibles por máquina, facilitando el tratamiento automatizado de la información.
- El desarrollo de futuras normas específicas para pymes.
Además, se
ha [sic] publicado una serie de guías de implementación sobre materialidad,
cadena de valor y puntos de datos, que buscan facilitar la puesta en
marcha práctica de los estándares.
3. Impacto en la estrategia empresarial: más que cumplimiento
La
implementación de las ESRS/NEIS no se limita en mi opinión a un mero
ejercicio de compliance. Debe representar una transformación
estructural, que exige a las empresas repensar su modelo de negocio, sus
relaciones con las partes interesadas y sus sistemas de información
internos.
En este
sentido, una de las claves y el inicio de todo el proceso que “todo lo
ilumina” es el análisis de doble materialidad, que debe realizarse de
forma rigurosa, identificando los asuntos que realmente afectan a la
empresa y los impactos que esta genera en su entorno. No debe ser un
mero listado, o el “incluirlo todo, por si acaso”. Esto tiene implicaciones concretas sobre:
- La redefinición de la cadena de valor y los procesos de debida diligencia.
- La implementación de sistemas de trazabilidad y control interno que aseguren la calidad de la información.
- La capacitación de equipos directivos y técnicos para manejar la complejidad técnica de los nuevos informes.
- El rediseño de indicadores clave de rendimiento (KPIs) para alinear la estrategia empresarial con los estándares ASG.
4. La experiencia europea y el caso español
Europa ha
mostrado una respuesta decididamente proactiva ante la implementación de
la CSRD y las ESRS. Según mi opinión y experiencia en este ámbito
entiendo que las empresas europeas en general y españolas en particular,
en este primer ejercicio, han sido ejemplares en su adaptación, si bien
no exentas de dificultades. La mayor carga administrativa, al inicio
del proceso, y la complejidad también inicial del marco han generado
preocupaciones, especialmente en sectores no familiarizados con el
reporting ASG.
En España,
la Ley 11/2018 de información no financiera introdujo desde el año 2018
exigencias significativas para las empresas finalmente de más de 250
trabajadores, en la que además se incluía -y aún vigente- la
verificación externa obligatoria. Esto ha permitido que el tejido
empresarial español cuente con una experiencia previa valiosa,
facilitando la transición hacia los requerimientos de la CSRD. Sin
embargo, aún se requieren esfuerzos en supervisión, formación y
digitalización para alcanzar una implementación plena. Como primeros
deberes queda por resolver la transposición al ordenamiento español de
la CSRD, aún no realizado y ya fuera de plazo, y la que incluía la
“parada de reloj”.
5. El papel crucial de las pymes y la norma VSME
En este
contexto, no podemos obviar que las pymes representan más del 90% del
tejido empresarial europeo y su inclusión en el marco de sostenibilidad
ha sido una prioridad del EFRAG. La norma VSME (Voluntary Standard for
SMEs), desarrollada bajo el principio "Think Small First", adapta los
principios de las ESRS/NEIS a la escala y capacidad de las pequeñas
empresas, y ha sido y será clave. La apoyé desde su inicio, cuando
prácticamente en este aspecto “predicaba en el desierto”, ya
que entendía que era clave para ayudar a las pymes introducirse en esta
cultura y además como forma de limitar y aclarar lo que desde las
empresas grandes o entidades financieras, entre otros, podían solicitar a
las pymes. Finalmente se logró que el EFRAG se pusiera a desarrollarla,
hay que decir que con convencimiento y dedicación, y también con el
apoyo de los representantes de la comisión europea, por lo que los
esfuerzos iniciales en su defensa merecieron la pena.
Entre sus características más relevantes destacan:
- Reducción de métricas y simplificación de la presentación.
- Periodicidad adaptativa en la actualización de la información.
- Mayor flexibilidad en la identificación de temas materiales.
Esta norma
resulta especialmente útil para aquellas pymes que, sin estar
obligadas, forman parte de cadenas de suministro de grandes empresas o
desean acceder a financiación sostenible o iniciarse en esta cultura. El
denominado “Paquete Ómnibus” presentado por la Comisión
Europea en febrero 2025, y actualmente aún en discusión, propone además
reconocer legalmente la VSME -algo que siempre solicitamos- y, además,
ampliar su aplicabilidad a empresas con hasta 1.000 empleados, si
finalmente este es el límite que se aprueba al modificar la CSRD
(aspecto aún no decidido).
6. Herramientas, metodologías y capacitación: hacia una cultura de la sostenibilidad
La
implementación efectiva de la CSRD y el uso de las ESRS/NEIS exige una
inversión en personal y en herramientas tecnológicas y metodologías
adaptadas a esta nueva actividad.
Desde el
Consejo General de Economistas, entre otras instituciones, hemos
impulsado el desarrollo de guías específicas, programas formativos y un
certificado profesional pionero denominado "Economista Experto en Información Corporativa de Sostenibilidad. Elaboración y Verificación",
con un enfoque práctico e interdisciplinar. También son relevantes los
esfuerzos en materiales, videos y guías que hemos realizado y apoyado
desde el EFRAG SRB. Estas iniciativas contribuyen a profesionalizar el
reporting sostenible, a fomentar una cultura organizacional orientada al
cumplimiento ético y al desarrollo sostenible.
7. Beneficios estratégicos: confianza, reputación y financiación verde
Una
empresa que cumple con el contenido de la CSRD, y se basa por tanto en
las ESRS/NEIS gana en transparencia, fiabilidad y posicionamiento
estratégico. Los informes estandarizados y verificables permiten a los
inversores evaluar con mayor precisión el riesgo y las oportunidades en
ASG, integrando estos factores en sus decisiones de inversión y de
desarrollo de negocio.
Además,
las empresas, sea cual sea su tamaño, que lideran en sostenibilidad
acceden más fácilmente a productos financieros verdes, financiación
bancaria, incentivos públicos y nuevos mercados, socios estratégicos o
atracción y retención de talento. En una economía cada vez más orientada
a los valores, la coherencia entre el discurso y la acción sostenible
se convierte en una fuente de diferenciación. Es lo que los economistas
indicamos cuando decimos que estas empresas tienen “su nicho”, tienen su
mercado y su oportunidad.
Algunos
estudios recientes ponen en relación la adopción de estrategias ASG, su
integración en la empresa y sobre todo su adecuado reporting con el
desempeño financiero y social, revelando que existe una correlación
directa y positiva, son más rentables, y son más atractivas a los ojos
de la sociedad, por los empleados y otros stakeholders. Logrando
asimismo por tanto mejorar en su desempeño interno.
8. El Paquete Ómnibus: simplificación normativa sin perder esencia
A raíz de
los primeros procesos de implementación, y como consecuencia de los
informes Draghi y Letta, la nueva Comisión Europea ha propuesto al
inicio de este año 2025 una serie de ajustes a través del denominado
“Paquete Ómnibus”, cuya finalidad es simplificar el cumplimiento
normativo y buscar eliminar duplicidades, que sin desregular apoye el
crecimiento competitivo de la zona euro.
Entre sus medidas destacan:
- Reducción del número de métricas cualitativas y cuantitativas.
- Mayor tiempo para la entrada en vigor para empresas de menor tamaño.
- Eliminación de duplicidades con otras normativas financieras o sectoriales.
Para mí,
lejos de suponer un retroceso, estos ajustes buscan aumentar la
efectividad y la utilidad de la información reportada, evitando cargas
innecesarias y facilitando la integración del reporting en los sistemas
empresariales existentes. Las modificaciones propuestas por el paquete
ómnibus, por un lado piden más tiempo para las empresas obligadas
(aspecto este ya aprobado) y por otro busca quitar duplicidades,
aprender de la experiencia de las grandes que ya aplicaron en 2024 la
CSRD y las ESRS(NEIS), pero no supone eliminarlas, solo adaptarlas al
mandato de la UE. La CSRD, las ESRS (NEIS) y los informes coporativos [sic] de
sostenibilidad han venido para quedarse, podrá variar las empresas
obligadas y algunos requerimientos, pero ya sea de forma obligatoria,
por ser parte de la cadena de valor o por estrategia de mercado esta
cultura ya es y será un hecho para muchas empresas y organizaciones.
Conclusiones: de la normativa a la transformación cultural
Como hemos
indicado a lo largo de esta necesariamente breve tribuna, las CSRD y
las ESRS/NEIS representan mucho más que un nuevo marco de reporte. Se
trata de un verdadero catalizador de cambio organizacional, que impulsa a
las empresas hacia una gestión más ética, transparente y orientada al
largo plazo.
En este
proceso, los profesionales, las asociaciones sectoriales, las
universidades y las instituciones públicas deben colaborar activamente,
construyendo puentes entre el conocimiento técnico y la acción
empresarial.
La sostenibilidad ya no es una opción, sino una condición necesaria para la competitividad.
Las
empresas que adopten esta visión con convicción no solo cumplirán con la
normativa, sino que liderarán el futuro de una economía más justa,
verde e inclusiva con “datos y no con relato”.
Bibliografía utilizada
Directiva 2022/2464/UE del Parlamento Europeo y del Consejo (CSRD).
EFRAG SRB. (2023). European Sustainability Reporting Standards (ESRS).
Ley 11/2018, de información no financiera y diversidad, del ordenamiento jurídico español.
Marin-Hernández,
S. (2019) : “A europe for SMES: think small first and single market”.
European Federation of Accountants and Auditors. www.efaa.com
Marín-Hernández,
S. (2023). Nueva directiva sobre información en materia de
sostenibilidad: desarrollo previo, efectos a futuro y estándares de
sostenibilidad. Economistas, (181), 319-326.
Marín
Hernández, Salvador y Subirats Alcoverro, Xavier (Coordinadores) (2024):
Memento Práctico Francis Lefebvre. Sostenibilidad NEIS y Guías de
Implantación ISBN: 978-84-10128-20-0. Editorial: Lefebvre
Ortiz-Martínez,
E., & Marín-Hernández, S. (2024). Sustainability information in
European small-and medium-sized enterprises. Journal of the Knowledge
Economy, 15(2), 7497-7522.
Reglamento Delegado (UE) 2023/2772 de la Comisión Europea.