Sevilla18 NOV 2025 6:59
La historia de La Cartuja Pickman ha estado marcada en los últimos años por una crisis continua que ha amenazado su continuidad si bien, de cada una de ellas, ha ido resurgiendo como un ave fénix. Una de las más profundas y recientes se resolvió en 2014, cuando salió del proceso concursal en el que estaba inmersa tras quedársela Ultralta, actual propietaria.
En la actualidad, en pleno proceso de liquidación, la titular del Juzgado de lo Mercantil nº 3 de Sevilla ha dado luz verde a la administración concursal para vender de manera exprés -en un plazo de 20 días desde la fecha de la resolución, que fue el pasado de 11 de noviembre- los activos de la compañía de fabricación de loza, lo que podría suponer también una solución para la plantilla, que actualmente se encuentra en ERTE y que está conformada por 34 trabajadores.
Ofertas por la unidad productiva
Según el escrito del administrador concursal remitido a la jueza y que ha dado lugar al auto, ya se han obtenido ofertas siendo el objetivo primordial conseguir las interesadas por unidad productiva, "con subrogación del mayor número de trabajadores y continuidad de la actividad industrial en nuestra ciudad". Si se llegara a un acuerdo, podría ponerse fin al proceso de liquidación, añade.
En su auto, al que ha tenido acceso este periódico, Ana Marín expone que durante el plazo de 20 días, cualquier persona (incluidos los acreedores privilegiados) "podrá realizar ofertas por los bienes o derechos de la masa activa". La oferta se dirigirá a la administración concursal, deberá identificar de manera precisa tanto el activo objeto de aquella como el importe ofertado y detallará el resto de sus condiciones (asunción en su caso de cargas, impuestos y forma de pago, entre otras).
"En el caso de realizar una oferta por varios activos, deberá indicar si puja por ellos de manera individualizada (debiendo determinar el precio atribuido a cada uno) o por el lote (fijando solo el precio global), de modo que solo será posible la adjudicación de parte de los bienes o derechos en el primer caso", subraya.
Convocatoria de una subasta
En una segunda fase, en el caso de que haya más de una oferta o de que la única presentada no alcance el 75% del valor del activo, la administración concursal convocará a una subasta a los postores (de manera individualizada) y a quienes quisieren concurrir (a cuyo efecto dará suficiente publicidad a la convocatoria).
Esta subasta se celebrará en el plazo de diez días naturales a contar desde la finalización del plazo para la presentación de ofertas y tendrá lugar, de modo telemático y simultáneo, ante la administración concursal, a través de la plataforma que ésta determine.
Las ofertas realizadas durante el plazo de un mes previo a esta subasta conservarán su validez, de modo que el importe de la mejor oferta presentada se considerará tipo mínimo de la subasta. Celebrada la subasta, la administración concursal adjudicará cada uno de los activos al titular de la mejor oferta realizada, siempre que sea igual o superior al 50% del valor que conste en el inventario (o, a falta del mismo, en la documentación aportada por el deudor).
La administración concursal podrá encomendar la celebración de esta subasta a una entidad especializada, en cuyo caso serán aplicables las previsiones establecidas para la segunda fase de la liquidación, con las siguientes salvedades: "La duración de la subasta será de quince días" y "los emolumentos de la entidad especializada no podrán superar la diferencia entre el tipo mínimo de esta subasta (el importe de la oferta más alta remitida a la administración concursal) y el precio final de venta".
Los trabajadores, a la espera
"Estamos en el momento de pasar de las palabras a los hechos", ha subrayado José Hurtado, trabajador de La Cartuja y secretario de la federación de Industria de CCOO-A, en declaraciones a este periódico. "Las empresas deben ir más allá del interés y nuestra principal preocupación es que respeten a la plantilla", ha abundado.
En este sentido, ha recordado que los trabajadores se encuentran en este momento inmersos en un ERE temporal, que podría convertirse en extintivo en el caso de que las negociaciones no lleguen a buen término y que podría producirse antes de que finalice el año.
"Lo que esperamos los trabajadores es que se salve el mayor número de empleos posible y que la marca siga quedándose en Sevilla", ha concluido.

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