lunes, 10 de abril de 2017

elEconomista.es: Las ventajas de la tecnología Blockchain para las ONG y el tercer sector

Alex Preukschat 10/04/2017 - 12:18

En los últimos artículos hemos especulado con las posibilidades de la Blockchain en distintos sectores, de la mano de los profesionales que han participado en el libro 'Blockchain: La revolución industrial de Internet'. Y hemos compartido con los lectores como grandes empresas de las finanzas, banca, seguros, telecomunicaciones, energía, medios de comunicación o pymes pueden ver sus modelos de negocio irrumpidos con esta nueva tecnología.

En esta ocasión vamos a hablar del tercer sector, ese que se encuentra a mitad camino entre el público y privado y que adopta elementos de ambos. Íñigo Molero, coeditor del libro, consultor en comunicación y muchos años ligado al tercer sector, comparte sus visiones con nosotros sobre el tercer sector y Blockchain.

¿De verdad una ONG puede beneficiarse de las posibilidades de la Blockchain?
Blockchain es una nueva tecnología y, como tal, cualquier ente es susceptible de incorporarla a sus quehaceres diarios... Y el tercer sector también, por supuesto. ¿Se han beneficiado las ONGs de los ordenadores personales? ¿de internet? ¿del uso de los teléfonos móviles o de la posterior revolución que supuso la transmisión de datos? Pues obviamente también se beneficiarán de esta nueva tecnología, como antes lo hicieron con los ejemplos citados, sólo que con Blockchain y su innovador universo tecnológico se abren muchas más posibilidades y de muy distintas formas. El tercer sector, antes o después, por convicción u obligación, también participará de esta revolución industrial de internet. Y, sinceramente, mejor antes que después.

¿Tan disruptiva puede llegar a ser Blockchain para las ONGs?
Sin duda. Y nada mejor que un ejemplo para ilustrarlo? Blockchain es como si en los tiempos del 'Pony Express' hubiera surgido como alternativa el avión a reacción. ¿Lo imagina? En los albores de Bitcoin se realizó un experimento muy ilustrativo. Imagínese a 6 personas, situadas en 6 países distintos a lo largo de 4 continentes. A quiere hacer llegar a F unas decenas de dólares y su equivalente en bitcoins pero, en ambos casos, está obligado a valerse de todos los participantes. Así que A transfiere a B, B a C, C a D... hasta llegar a F. La cadena "dolarizada" salió vapuleada con el experimento. Normal, entre las comisiones asociadas a transferencias internacionales, el tiempo de confirmación de transferencias en los distintos países y la mínima cantidad de dólares transferidos, no tenía ninguna oportunidad de competir. En este caso, los intermediarios lo convirtieron del todo en inviable. Sin embargo, con bitcoin, en apenas horas, el destinatario final recibió prácticamente íntegra la cantidad original de Bitcoins enviados por A y el resto de los participantes... Claro, que cabe la comparación con la impresión que podrían haber recibido los usuarios del 'Ponny Express' con la aparición del avión a reacción como alternativa al reparto del correo.

Pues ahora creo que nos encontramos en una segunda fase, una vez asumida la primera, el descubrimiento... Siguiendo con el ejemplo del 'ponny express', hoy nos estamos preguntando ¿Y qué más puede transportar esa cosa alada además de las cartas? ¿Puede transportar medicinas, comida, personas? Sin duda. Pero no sólo eso, ¿podría transportar también conceptos tan etéreos como son la energía, el dinero, el valor, las apuestas, las noticias o reputación on-line? A estas alturas, la respuesta no puede ser otra que sí, que Blockchain también puede hacerlo.

¿Cuáles son las tres principales aplicaciones de uso que pueden ser interesantes para una ONG?
Blockchain puede irrumpir en el tercer sector de muy distintas formas. Quizá, la primera que viene a la mente es la evidente mejora a la hora de recibir aportaciones económicas. Con Blockchain se abren nueva posibilidades inexploradas hasta el momento. Con Blockchain es posible que campañas de sensibilización, lanzadas desde las redes sociales puedan obtener un retorno económico. Transferir céntimos de euros desde un dispositivo móvil en cualquier momento, ahora es posible, superando así las deficiencias del sistema bancario actual. De hecho, una de las primeras aplicaciones desarrolladas estaban vinculadas a las remesas internacionales, con propuestas muy interesantes.

De aquí destacaría otra tan imprescindible como ineludible: la transparencia. Por ejemplo, esas campañas de crowdfunding a las que hacíamos mención podrían ser completamente transparentes y los donantes tener la capacidad de realizar un seguimiento cierto de dónde va su dinero. De esta forma se evitaría uno de los terribles problemas que afectan al tercer sector y que lamentablemente dañan a todo el colectivo, como son los comportamientos fraudulentos. Con Blockchain, todos tendremos la certeza de que cualquier comportamiento poco honrado podría ser puesto en evidencia por cualquier persona. Así que, aunque sólo fuera por el temor -y la certeza- de que malas prácticas pudieran ser puestas en evidencia y posteriormente denunciadas, los directivos estarían obligados a manejar con diligencia los recursos.

Y juntando estas dos aplicaciones podemos llegar a imaginar una nueva forma de gestión de esas grandes catástrofes humanitarias que conciten un apoyo internacional. Blockchains construidas al efecto podrían constituirse en ese vehículo tan eficaz como imprescindible para articular todas las necesidades a corto, medio y largo plazo. Y posteriormente realizar un seguimiento identificado de todas las aportaciones, evitando también malas prácticas. Y también, por qué no, articularse otras propuestas que tengan una duración indefinida o segmentadas en función del campo de actuación: protección a la infancia, víctimas del terrorismo, ecología...

¿Cuáles podrían ser las ONGs pioneras en adaptar esas posibilidades de la Blockchain?
Por su propia idiosincrasia, es complicado que las ONG´s destinen parte de sus recursos en la investigación y desarrollo de esta tecnología. Sin embargo, sí son susceptibles de ir incorporando a su estructura las propuestas más interesantes que lleguen tanto del ámbito público como del privado. Y de la misma forma, también estos dos sectores podrían aprender de la experiencia de las ONG en el uso e implementación de esta tecnología. El tercer sector puede convertirse en un excelente campo de experimentación de algunas aplicaciones que posteriormente sean susceptibles de aplicarse a otras grandes organizaciones, públicas y privadas. Por ejemplo, la elección de los órganos de gobierno, el sistema de votación de los asociados, el seguimiento de los presupuestos y actividades o las decisiones de los miembros de las Juntas Directivas podrían entrar en un nuevo escenario de absoluta transparencia. Y si eso se logra con éxito, ¿qué puede impedir replicarlo en las relaciones entre el estado y sus ciudadanos? De la misma forma, se abre la posibilidad a que empresas privadas, que tienen muy presente el concepto de Responsabilidad Social Corporativa, puedan experimentar también con esta nueva tecnología y en función de los resultados importar experiencias y buenas prácticas a otras áreas empresariales.

En un primer momento, lo más evidente es que sean las grandes Asociaciones o Fundaciones, aquellas que desarrollan su actividad a nivel internacional y que cuentan con grandes presupuestos sean las primeras en incorporar Blockchain a sus estructuras, aunque sólo sea para mejorar la operativa diaria. Pero también pueden surgir otras propuestas concretas. Por ejemplo, UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la infancia) se ha lanzado recientemente a experimentar estas nuevas posibilidades financiando distintos proyectos. Uno de estos, 9Needs Pyt Ltd, utilizará tecnología Blockchain para establecer sistemas de identidad para los programas de desarrollo de la infancia en Sudáfrica, registrando a los niños usuarios dentro de bases de datos fiables. Este es un ejemplo concreto pero lo más fascinante para el tercer sector en la actualidad es poder imaginar otras posibilidades, siendo conscientes de que con una Blockchain se pueden materializar.

Íñigo Molero Manglano, Consultor en comunicación y editor junto con Alex Preukschat, del libro 'Blockchain: La revolución industrial de Internet' que publicará Ediciones Gestión 2000 (Grupo Planeta) el 23 de mayo de 2017 ya disponible en preventa con Amazon.es. Las novedades se pueden seguir en @LibroBlockchain y LibroBlockchain.com.

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