El Barcelona no se recupera del absoluto descrédito en el que Joan Laporta ha metido a la institución por las inscripciones de Dani Olmo y Pau Víctor, que el Consejo Superior de Deportes (CSD) ha alargado hasta final de temporada tras su resolución de este jueves. Sin embargo, la palanca financiera que se habilitó para llevar a cabo esta transacción, cifrada en unos 100 millones de euros por la venta de 475 asientos VIP, no tuvo efecto real en las cuentas del club, que no recibió la cantidad.
Ahora hemos conocido, por una información de ‘El Confidencial’, que el auditor al que recurrió Laporta para esta operación jugó en el Barça juvenil de baloncesto, por lo que la relación está claramente bajo sospecha. El responsable de Abauding, Jorge Sanjuán Mestre, es el auditor ‘anónimo’ por el que la Liga ya ha comunicado al Barça que lo denunciará ante el Instituto de Contabilidad y Auditorías de Cuentas (ICAC).

Abauding S.L. es una empresa catalana con sede en la calle Mallorca de Barcelona y tiene una amplia experiencia en el sector, pero en este caso podría haber incumplido la reglamentación, al actuar de forma exprés por Laporta durante el tiempo en que las cuentas del Barça pasaron de estar gestionadas por Grant Thornton, hasta finales de diciembre, hasta que las asumió Crowe Auditores, que inició su labor a mediados de enero.
Según narró él mismo en la web de la ACB, Jorge Sanjuán Mestre decidió dejar el baloncesto en 1998, cuando militaba en el Granada Coviran. “Me hice un planteamiento vital serio. Pensé: no eres un gran jugador. Con lo que vas a ganar en los próximos años no vas a poder vivir toda la vida. Tampoco había ido muy bien aquella temporada en Granada”, cuenta Sanjuán Mestre, el hombre a quien Laporta habría confiado mentir de manera fanciera para conseguir el beneplácito de las autoridades y recuperar la norma 1:1, que establece que un club se puede gastar en fichajes la misma cantidad de dinero que ingrese, ya sea por ventas o por ahorro salarial.
“Decidí centrarme en los estudios de Empresariales y Económicas, hice un máster y me convertí en auditor. Poco después abrí una consultoría con mi hermano Javier… y hasta hoy. Lo pasé mal durante una época, echando de menos lo que había dejado atrás, y tuve algunas ofertas, pero no las acepté”, señala Sanjuán Mestre.
Mientras todo esto se ha hecho público, el Consejo Superior de Deportes (CSD) emitía este jueves una resolución definitiva sobre el denominado ‘caso Olmo’, extendiendo la vigencia de las fichas de Dani Olmo y Pau Víctor con el Barcelona hasta el final de temporada. Como ya ocurrió en enero, el Gobierno de España ha acudido al auxilio de un Barça para el que las normas no son susceptibles de aplicación; siempre están aparte, en una casuística tan injusta como indecente.

Por su parte, Javier Tebas ya ha anunciado que la Liga presentará un recurdo de forma inmediata ante la Justicia ordinaria. El jefe de la patronal del fútbol español también ha subrayado que el CSD no tiene competencias para extender las licencias de Olmo y Pau Víctor, que se encontrarían caducadas, según la Liga. “La competencia del CSD en materia de licencias se limita a la revisión de actos de expedición o de denegación de las mismas, pero no a su cancelación ni a su extensión”, se señalaba en el comunicado que lanzaba la competición doméstica después de conocerse el enésimo trato de favor que desde la política se le otorga al Barça.
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