Teresa Blanco - 28/05/2015
El Compliance o cumplimiento normativo en la empresa, tan común en las compañías anglosajonas, sigue siendo un gran reto en los países europeos. El problema reside, principalmente, en que las multinacionales que operan en distintos países tienen que enfrentarse a reguladores que no están armonizados.
Así lo han advertido los expertos durante un acto organizado ayer por ESADE que, bajo el título de La Cultura del Cumplimiento Normativo en la Empresa Europea tuvo por objetivo debatir sobre los principales retos del Compliance, en tanto que la normativa de prevención del blanqueo de capitales se ha convertido en un aspecto central dentro de las obligaciones de cumplimiento normativo y gestión de riesgos de las empresas.
En este sentido, David Campos, chief compliance officer de Alcatel-Lucent, lamentó que "el control antiblanqueo en Europa no está regulado de forma coordinada" por lo que las multinacionales deben reportar, en cada país, al regulador local. En este punto, dependerá de lo implementado que esté el Compliance para que el proceso se lleve a cabo de una u otra forma. Así, ejemplificó que mientras unos están completamente digitalizados, en otros países los reportes se hacen aún en papel.
Precisamente, Laura Grande, global core compliace de GE Working Capital, lamentó las multinacionales tienen que lidiar con multitud de jurisdicciones distintas. Se trata de un "baile de reguladores", dijo, que dificulta lograr un buen marco de cumplimiento normativo.
En la misma línea, Isidoro Mansilla, director de auditoría y control de Repsol, indicó que "lo más importante es el convencimiento de las sociedades de regular el comportamiento de los agentes". Y lamentó que la idiosincrasia de la UE hace que aún no tengamos un Compliance armonizado. "No hemos sido capaces de tener una política fiscal común", así que en Compliance "hay sectores en los que la disparidad es tremenda", añadió.
Necesidad de herramientas efectivas
Un segundo reto para lograr esta cultura empresarial es, a juicio de David Campos, que los países pongan en marcha herramientas efectivas que soporten el Compliance, como puede ser, ejemplificó, la monitorización a tiempo real. Por ello, señaló que en España "nos falta pasar de las leyes o políticas a que las empresas realmente inviertan en herramientas que permitan implementar el cumplimiento normativo".
Por su parte, Marco Nicassio, european compliance officer de EMEASA de RIA Finance, añadió que "para luchar contra el blanqueo de capitales es necesario entrenar a los agentes y tener un departamento de cumplimiento en cada país".
Estándares de Estados Unidos
Otra de las cuestiones en las que se centró fue por qué no existe en Europa una cultura de Compliance lo que hace que las compañías que trabajan en distintos países deben adaptar y trabajar con los estándares de Estados Unidos.
A este respecto, Lorenzo Zavala, socio director de Zavala Civitas, y moderador del debate, hizo referencia a las altísimas multas que imponen los reguladores de Estados Unidos. Del mismo modo, explicó Laura Grande que en materia de prevención de blanqueo de capitales, la OFAC, Oficina de control de Activos Extranjeros de Estados Unidos, "es un regulador muy activo" y sus sanciones, además de suponer altas cuantías a nivel monetario pueden acarrear despidos de ejecutivos y prohibiciones a la empresa en cuestión de operar en territorio de Estados Unidos.
Una reforma penal inminente
En este contexto, no hay que perder de vista que el próximo 1 de julio entra en vigor la última reforma del Código Penal que matiza aún más la responsabilidad penal de las personas jurídicas introducida por la reforma de 2010 a través del nuevo artículo 31 bis. Con la nueva reforma las entidades podrán estar exentas de responsabilidad en los casos en que el delito se cometa por quienes ostentan facultades de organización y control o administradores, como si se lleva a cabo por empleados dependientes de aquellos, si por parte de la entidad, y antes de la comisión del delito se hubieran adoptado, con eficacia, modelos de organización y gestión que incluyan las medidas de vigilancia y control idóneas para prevenir delitos, los llamados programas de Corporate Compliance.
Así lo han advertido los expertos durante un acto organizado ayer por ESADE que, bajo el título de La Cultura del Cumplimiento Normativo en la Empresa Europea tuvo por objetivo debatir sobre los principales retos del Compliance, en tanto que la normativa de prevención del blanqueo de capitales se ha convertido en un aspecto central dentro de las obligaciones de cumplimiento normativo y gestión de riesgos de las empresas.
En este sentido, David Campos, chief compliance officer de Alcatel-Lucent, lamentó que "el control antiblanqueo en Europa no está regulado de forma coordinada" por lo que las multinacionales deben reportar, en cada país, al regulador local. En este punto, dependerá de lo implementado que esté el Compliance para que el proceso se lleve a cabo de una u otra forma. Así, ejemplificó que mientras unos están completamente digitalizados, en otros países los reportes se hacen aún en papel.
Precisamente, Laura Grande, global core compliace de GE Working Capital, lamentó las multinacionales tienen que lidiar con multitud de jurisdicciones distintas. Se trata de un "baile de reguladores", dijo, que dificulta lograr un buen marco de cumplimiento normativo.
En la misma línea, Isidoro Mansilla, director de auditoría y control de Repsol, indicó que "lo más importante es el convencimiento de las sociedades de regular el comportamiento de los agentes". Y lamentó que la idiosincrasia de la UE hace que aún no tengamos un Compliance armonizado. "No hemos sido capaces de tener una política fiscal común", así que en Compliance "hay sectores en los que la disparidad es tremenda", añadió.
Necesidad de herramientas efectivas
Un segundo reto para lograr esta cultura empresarial es, a juicio de David Campos, que los países pongan en marcha herramientas efectivas que soporten el Compliance, como puede ser, ejemplificó, la monitorización a tiempo real. Por ello, señaló que en España "nos falta pasar de las leyes o políticas a que las empresas realmente inviertan en herramientas que permitan implementar el cumplimiento normativo".
Por su parte, Marco Nicassio, european compliance officer de EMEASA de RIA Finance, añadió que "para luchar contra el blanqueo de capitales es necesario entrenar a los agentes y tener un departamento de cumplimiento en cada país".
Estándares de Estados Unidos
Otra de las cuestiones en las que se centró fue por qué no existe en Europa una cultura de Compliance lo que hace que las compañías que trabajan en distintos países deben adaptar y trabajar con los estándares de Estados Unidos.
A este respecto, Lorenzo Zavala, socio director de Zavala Civitas, y moderador del debate, hizo referencia a las altísimas multas que imponen los reguladores de Estados Unidos. Del mismo modo, explicó Laura Grande que en materia de prevención de blanqueo de capitales, la OFAC, Oficina de control de Activos Extranjeros de Estados Unidos, "es un regulador muy activo" y sus sanciones, además de suponer altas cuantías a nivel monetario pueden acarrear despidos de ejecutivos y prohibiciones a la empresa en cuestión de operar en territorio de Estados Unidos.
Una reforma penal inminente
En este contexto, no hay que perder de vista que el próximo 1 de julio entra en vigor la última reforma del Código Penal que matiza aún más la responsabilidad penal de las personas jurídicas introducida por la reforma de 2010 a través del nuevo artículo 31 bis. Con la nueva reforma las entidades podrán estar exentas de responsabilidad en los casos en que el delito se cometa por quienes ostentan facultades de organización y control o administradores, como si se lleva a cabo por empleados dependientes de aquellos, si por parte de la entidad, y antes de la comisión del delito se hubieran adoptado, con eficacia, modelos de organización y gestión que incluyan las medidas de vigilancia y control idóneas para prevenir delitos, los llamados programas de Corporate Compliance.
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