
Viernes, 24 junio 2022, 23:17
Xavier Pomés i Abella, economista y exconsejero de Gobernación, de Interior y de Sanidad y Seguridad Social durante varios gobiernos de la Convergència i Unió de Jordi Pujol en la Generalitat catalana, será el encargado de coordinar la comisión que tratará de trazar un mapa de salida de la bancarrota para la Diócesis de Almería, asfixiada a día de hoy por una deuda financiera de casi 24 millones de euros. Con estrechos vínculos con la Conferencia Episcopal, a la que asesora de forma altruista en cuestiones económicas –está jubilado– Pomés tendrá el encargo de coordinar durante los próximos dos años el trabajo propio y de David Martín Casero, director de compras de la Conferencia EpiscopalEspañola y de Antonio Gil Márquez, un empresario cordobés de la rama de la automoción.
Por su parte, Martín Casero ya está bregado en estos asuntos. En enero de este año fue designado interventor económico, patrimonial y de recursos humanos de la Diócesis de Zamora, aparentemente también con apuros económicos que le han impelido a diseñar un plan de viabilidad económica que les saque del atolladero contable.
El nombramiento de la comisión, que el obispo Antonio Gómez Cantero ha denominado oficialmente por decreto como «Comisión de Asesoramiento Técnico del Plan de Viabilidad Económica de la Diócesis de Almería», tuvo lugar este miércoles. «Una vez conocida la situación actual de la economía de la Diócesis de Almería mediante la auditoría realizada, como señalé en mi Carta 'El surco y el arado' del pasado día 16 de junio, es necesario dar los primeros pasos para afrontarla contando, en primer lugar, con un equipo de técnicos y expertos que asesoren en esta tarea», relató ayer el prelado en su decreto episcopal.
Las funciones de esta comisión son las de elaborar un plan de viabilidad económica para la Diócesis, aportar propuestas técnicas viables, impulsar y realizar un seguimiento de las actuaciones en base a dicho plan, evaluar el desarrollo y la consecución de objetivos del plan y proponer modificaciones o adaptaciones en el caso en que se consideren oportunas. «Esta Comisión realizará un asesoramiento técnico al Obispo diocesano, sometiendo a su aprobación sus propuestas», remarca el decreto, que marca un periodo de vida a la comisión de dos años.
A día de hoy, la Diócesis de Almería tiene una deuda financiera con bancos de 23,9 millones de euros. De este montante, ocho millones tienen que devolverse en el corto plazo y son los que más apremian a la Iglesia provincial almeriense. Los datos los incluye una auditoría realizada por Deloitte al periodo de gestión económica situado entre enero de 2010 y diciembre de 2021 –encargada por la Conferencia Episcopal– que aún no ha visto la luz pública pese a que en la Diócesis anunciaron que sería de acceso abierto en aras a la transparencia de la Institución. Se alega la necesidad de adaptarla a la Ley de Protección de Datos.
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