La big four se ha posicionado como el auditor de referencia de los clubes de LaLiga, encargándose de la revisión de las cuentas de seis de los equipos de Primera División.
Una única
big four en la que pugna por ser la mejor liga del mundo.
En un mercado muy atomizado EY se ha erigido en los últimos años en la auditora de referencia de LaLiga.
La compañía audita las cuentas de hasta seis clubes de la Primera
División, siendo Auren Auditores la única otra compañía que revisa las
cuentas de más de un club de la categoría.
Bajo la
dirección de José Luis Perelli, la auditora aceleró para convertirse en
referencia en el fútbol español, que han abandonado (al menos con las
cuentas anuales), las otras grandes firmas globales: PwC, Deloitte y
Kpmg. EY, históricamente auditor del Real Madrid, entre finales
de 2014 y principios de 2015 se adjudicó los servicios de auditoría del
Valencia CF y el Sevilla FC. Seis años más tarde, y con
Federico Linares como presidente desde 2019, audita al doble de clubes
de LaLiga. A los tres antes citados ha sumado a FC Barcelona (desde
2017), Real Betis Balompié y SD Eibar (en ambos casos desde finales de
2016).
Antes de firmar con EY, el Sevilla CF trabajó con
MB Consultores y Auditores, mientras que el Valencia CF encargó la
revisión de sus cuentas a Eudita hasta la llegada de Peter Lim. Un
servicio del que se encargaba Joaquín Arbona Prini en el caso del Betis.
El análisis de las cuentas del FC Barcelona, en cambio, estuvo en manos
de Deloitte de 2003 hasta 2017.
El FC Barcelona, además de tener a EY como auditor de cuentas, tiene como colaboradoras a otras auditorias. Es el caso de PwC, encargada de realizar una polémica auditoría sobre el Barçagate,
para realizar el servicio de monitorización de las redes sociales
contratado por el club. En su informe, PwC detalló que no había
“detectado ningún indicio que pudiera evidenciar que por parte del
equipo directivo del club que se dieran directrices o indicaciones
correspondientes a la generación o creación de contenidos desde los
perfiles identificados y/o que tuvieran relación con los jugadores del
FC Barcelona o con nadie vinculado al club -actualmente o en el pasado-
y/o su entorno”.
EY audita las
cuentas del FC Barcelona, club que contrató a PwC para elaborar un
informe sobre el servicio de monitorización de las redes sociales
Al
mismo tiempo, Pwc no detectó “evidencias que por parte del equipo
directivo del club se haya obtenido beneficio económico directo del Club
derivado de los contratos, del servicio y/o pagos realizados por los
proveedores objeto de análisis”. Y se estimó que el valor de los
servicios objeto del proyecto contratado estaban dentro de un rango de
precio de mercado.
Pasados ocho meses de la auditoría, el Barçagate está siendo investigado por los Mossos de Esquadra,
que la semana pasada detuvieron a Josep Maria Bartomeu, expresidente
del FC Barcelona y a Jaume Masferrer, quien fuera su mano derecha,
además de a dos ejecutivos del club, en el marco de una investigación
por un supuesto desvío de fondos a través de las empresas que
monitorizaban las redes sociales del club.
En la auditoría de PwC, según el sumario del caso al que ha tenido acceso Efe, no se investigó a Bartomeu ya que “no era ejecutivo ni participaba de la gestión directa de los servicios”,
según ha explicado un trabajador de la compañía a los Mossos. Un
informe que estaba limitado, según la policía autonómica, debido a que
“el propio clausulado del encargo dejaba claro el alcance y lo que no
haría (la auditora)”, que no “no daría ninguna opinión legal ni serviría
para detectar fraudes”.
Aparte de EY, sólo hay otra auditora que se encargue de controlar las cuentas de más de un club de LaLiga. Se trata de Auren Auditores,
con sede central en Madrid pero que opera en todo el territorio
nacional con oficinas en algunas de las principales ciudades. Audita las
cuentas de RC Celta, desde 2014, y de Elche CF, con quien trabaja desde
2016.
El Atlético de Madrid, uno de los clubes con mayor
facturación del campeonato, tiene como auditor a Eudita, compañía a la
que le une una relación a largo plazo. En el caso de la Real Sociedad,
es Asesores de Gerentes Emprendedores (Agem) quien lleva a cabo esta
labor también como socio de larga duración.
EY y Auren Auditores son las únicas auditoras que revisan las cuentas de más de un club de LaLiga
La auditoría de las cuentas del Villarreal CF está en manos de Betea España Auditores,
con quien trabaja desde hace más de una década. En cambio, el Granada
CF cuenta con Grant Thornton como auditor desde su nombramiento en marzo
de 2018.
La revisión de los ingresos y gastos del
Athletic Club, por su parte, está en manos de Macua Auditores, que
trabaja también con la Fundación del conjunto vasco. Mientras que el
Getafe CF renovó su confianza en el Grupo P&L Auditores el pasado
noviembre para las temporadas 2020-2021, 2021-2022 y 2022-2023.
En
diciembre de 2019 el Levante UD cambió de auditor, nombrando a Baker
Tilly por un plazo de tres temporadas. Diez años antes, en enero de
2009, el Real Valladolid escogía a PMA Auditores, una relación que aún
se mantiene vigente.
A largo plazo es también el vínculo
que une al CA Osasuna con Loyola Auditores, con quienes llevan
trabajando varias temporadas. Un caso similar es el del Cádiz, que
colabora con Páez&Serrano desde noviembre de 2014.
En
la junta general de accionistas del pasado diciembre, el Deportivo
Alavés renovó su confianza en Sayma Auditores por tres temporadas más.
Y, finalmente, Qglobal Audit es quien se encarga de la auditoría de la
SD Huesca.
A finales de 2010, la Uefa modificó los
requisitos que los clubes de fútbol deben cumplir en sus auditorías de
cuentas, en aras de reforzar la transparencia contable y ante la
preocupación de un aumento del endeudamiento. “El auditor del informe
deberá formar parte de las corporaciones adscritas a la International
Federation of Acountants (Ifac)”, detalla el reglamento.
El mandato inicial de los auditores no puede ser inferior a un plazo de tres años,
detalla la normativa en vigor, para evitar que se revoque el mandato
otorgado en caso de una auditoría negativa. Al mismo tiempo, no puede
ser superior a un plazo de nueve años. Unos acuerdos que “podrán ser
prorrogados expresamente, incluso de forma sucesiva, por periodos
máximos de hasta tres años”.
Los
clubes de LaLiga mantienen relaciones a largo plazo con la mayoría de
sus auditores, con relaciones de más de cinco años de media
Las sociedades anónimas deportivas deben remitir al Consejo Superior de Deportes (CSD) “las cuentas anuales
individuales y, en su caso, consolidadas, incluyendo en ambos casos el
informe de gestión, la memoria y el informe de auditoría”, detalla Real
Decreto 1251/1999, de 16 de julio, sobre sociedades anónimas deportivas.
En la auditoría de las cuentas de la temporada 2019-2020, los
auditores han constatado que varios clubes de Primera y Segunda han
incluido ingresos generados después del 30 de junio de 2020,
debido a que la temporada se prolongó más de lo habitual para que se
disputaran los partidos aplazados por la pandemia del coronavirus.
Esta
práctica de los clubes contrasta con la visión de algunos auditores que
consideran que no se ajustan a ley por lo que han incluido salvedades
en las cuentas. “No es conforme al marco normativo” vigente, señaló EY
en su informe de auditoría sobre las cuentas, ya que en España los ejercicios contables deben tener una duración de, como máximo, doce meses.
La
temporada 2019-2020 de la Primera División se reanudó el 11 de junio y
finalizó el 19 de julio, por lo que para la mayoría de los equipos esta
fue la fecha de conclusión de la temporada.
Finalmente,
los auditores recomendaron a los clubes que cerraran el ejercicio con
pérdidas con una nota aclaratoria que reflejara la excepcionalidad de la
situación, como hicieron Barça y Madrid, o en su defecto aprobaran las
cuentas con los ingresos generados por los partidos disputados tras el
30 de junio, siendo esta segunda una decisión que llevaba aparejada una
salvedad en la auditoría.