La Fundación no ha revalorizado sus bienes desde 1975
Alberto Ortín Ramón - Madrid - 29-12-2014 07:24
Decir que los bienes de la Fundación Casa de Alba son de incalculable valor es algo más que una frase hecha. Difícilmente puede otorgarse un valor económico a los palacios, castillos, y obras de arte reunidos en la fundación constituida por María del Rosario Cayetana Fitz-James Stuart y Silva, duquesa de Alba, en 1975, dada la trascendencia histórica de esos bienes. ¿Qué valor tendría hoy en día una primera edición del Quijote, de 1605, el testamento de Fernando el Católico, o cartas de Cristóbal Colón? ¿Y el Palacio de Liria, en Madrid, “el hermano pequeño del Palacio Real”, o el palacio de Monterrey de Salamanca, edificado en 1539? ¿Qué precio suponer al retrato de la XIII duquesa de Alba, de Goya, o a cuadros de Rubens, Tiziano, o Velázquez?
Solo una valoración actualizada de los bienes encargada por la misma Fundación Casa de Alba podría dar una cifra certera. Pero la fundación no ha efectuado dicho ejercicio, o al menos no la ha hecho pública. De acuerdo a las últimas cuentas presentadas por Fundación Casa de Alba, del año 2013, solicitadas por este diario a través del Ministerio de Cultura, los bienes del patrimonio histórico tienen un valor de 15,4 millones.
“A efectos de valorar cada uno de los bienes aportados en la escritura fundacional, se ha recurrido a expertos en cada una de las materias que han procedido a efectuar las valoraciones pormenorizadas de todos y cada uno de los bienes, fijándolos a la fecha de constitución de la Fundación, el 14 de mayo de 1975”, explica el organismo en sus cuentas. Las mismas aportan una valoración a los bienes inmuebles de 2,7 millones de euros; a los archivos de 3,14 millones; a las bibliotecas de 1,5 millones; y a los museos de ocho millones de euros.
En 2013 la Fundación registró una entrada de bienes valorados en 0,59 millones. Las cuentas de ese año de Fundación Casa de Alba indican que esa cantidad responde a una aportación “por parte de la Exma. Sra. Doña Cayetana Fitz-James Stuart, Duquesa de Alba, de diversos muebles de su propiedad”.
De acuerdo a expertos consultados por este diario en contabilidad de fundaciones, Fundación Casa de Alba no tiene obligación de actualizar la valoración de sus bienes. En las últimas semanas se ha tratado de obtener una explicación de la Fundación Casa de Alba, pero no ha sido posible.
Según los datos incluidos en la constitución de la Fundación Casa de Alba, esta quedó dotada con los siguientes bienes inmuebles: los palacios de Liria (Madrid) y de Monterrey (Salamanca); los castillos denominados de La Fortaleza de Monterrey, de Andrade (La Coruña), de San Jorge de Moheche (La Coruña), de Alba de Tormes y de Torreón de Alba de Tormes (Salamanca). Y obras de arte, 219 óleos, 54 dibujos, 117 acuarelas, 137 miniaturas, y 52 tapices. Además de la biblioteca y el archivo del palacio de Liria, así como los muebles y objetos existentes en el mismo y en el palacio de Monterrey.
Según lo establecido en los estatutos de la Fundación, los fines de la misma son la “conservación de los monumentos de su Patrimonio con sujeción a las normas reguladoras del Patrimonio Artístico Nacional; la conservación, ordenación y catalogación de las obras de arte propiedad de la Fundación; la celebración de conferencias, seminarios y coloquios de carácter artístico e histórico; la promoción de la investigación histórica artística en la biblioteca y archivo de la Fundación”.
En 2013 los gastos en los que incurrió la Fundación en el cumplimiento de sus fines ascendieron a 1,97 millones. La mayor partida de gasto correspondió a la inversión en publicidad, propaganda y relaciones públicas, por 0,88 millones. Al pago de sueldos y salarios la Fundación destinó el año pasado 0,49 millones. El organismo emplea a 15 personas, de las que tres ocupan puestos administrativos; dos son conserjes; cuatro jardineros; cinco “limpiadoras” y un “mozo”.
Pérdidas de medio millón de euros
En el ejercicio 2013 la Fundación Casa de Alba “no ha generado excedente positivo, sino que se han producido unas pérdidas por importe de 0,5 millones”, indica el organismo en sus últimas cuentas.
La Fundación ingresó 1,49 millones de euros el pasado año. La exhibición al público de obras de arte propiedad de la Fundación generó un millón de euros por venta de entradas. Entre 2012 y 2013 se organizó la exposición El legado de la Casa de Alba, en Madrid, la primera vez en la historia que se ha abierto al público “la fastuosa herencia artística de la XVIII Duquesa de Alba”. La muestra reunió 150 obras procedentes la mayoría del Palacio de Liria.
Al término de 2013 la Fundación registraba un pasivo corriente de 988.630 euros y un activo corriente de 26.982,3 euros.
En el Plan de Actuación formulado por Fundación Casa de Alba para 2014 se prevé emplear recursos económicos por valor de un millón de euros. De esa cantidad la mayor parte responde a gastos de personal, 0,63 millones. La Fundación preveía un gasto de 130.000 euros en reparaciones y conservación.
El organismo no contaba al término de 2013 con una previsión de ingresos para este año de subvenciones públicas, y pretendía obtener un millón de euros de aportaciones privadas.
La Fundación señala que los criterios aplicados en sus cuentas de ingresos y gastos “son acordes a la norma de registro y valoración 17 contenida en la Resolución de 26 de marzo de 2013 del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas, por la que se aprueba el Plan de Contabilidad de pequeñas y medianas entidades sin fines lucrativos”.
Solo una valoración actualizada de los bienes encargada por la misma Fundación Casa de Alba podría dar una cifra certera. Pero la fundación no ha efectuado dicho ejercicio, o al menos no la ha hecho pública. De acuerdo a las últimas cuentas presentadas por Fundación Casa de Alba, del año 2013, solicitadas por este diario a través del Ministerio de Cultura, los bienes del patrimonio histórico tienen un valor de 15,4 millones.
“A efectos de valorar cada uno de los bienes aportados en la escritura fundacional, se ha recurrido a expertos en cada una de las materias que han procedido a efectuar las valoraciones pormenorizadas de todos y cada uno de los bienes, fijándolos a la fecha de constitución de la Fundación, el 14 de mayo de 1975”, explica el organismo en sus cuentas. Las mismas aportan una valoración a los bienes inmuebles de 2,7 millones de euros; a los archivos de 3,14 millones; a las bibliotecas de 1,5 millones; y a los museos de ocho millones de euros.
En 2013 la Fundación registró una entrada de bienes valorados en 0,59 millones. Las cuentas de ese año de Fundación Casa de Alba indican que esa cantidad responde a una aportación “por parte de la Exma. Sra. Doña Cayetana Fitz-James Stuart, Duquesa de Alba, de diversos muebles de su propiedad”.
De acuerdo a expertos consultados por este diario en contabilidad de fundaciones, Fundación Casa de Alba no tiene obligación de actualizar la valoración de sus bienes. En las últimas semanas se ha tratado de obtener una explicación de la Fundación Casa de Alba, pero no ha sido posible.
Según los datos incluidos en la constitución de la Fundación Casa de Alba, esta quedó dotada con los siguientes bienes inmuebles: los palacios de Liria (Madrid) y de Monterrey (Salamanca); los castillos denominados de La Fortaleza de Monterrey, de Andrade (La Coruña), de San Jorge de Moheche (La Coruña), de Alba de Tormes y de Torreón de Alba de Tormes (Salamanca). Y obras de arte, 219 óleos, 54 dibujos, 117 acuarelas, 137 miniaturas, y 52 tapices. Además de la biblioteca y el archivo del palacio de Liria, así como los muebles y objetos existentes en el mismo y en el palacio de Monterrey.
Según lo establecido en los estatutos de la Fundación, los fines de la misma son la “conservación de los monumentos de su Patrimonio con sujeción a las normas reguladoras del Patrimonio Artístico Nacional; la conservación, ordenación y catalogación de las obras de arte propiedad de la Fundación; la celebración de conferencias, seminarios y coloquios de carácter artístico e histórico; la promoción de la investigación histórica artística en la biblioteca y archivo de la Fundación”.
En 2013 los gastos en los que incurrió la Fundación en el cumplimiento de sus fines ascendieron a 1,97 millones. La mayor partida de gasto correspondió a la inversión en publicidad, propaganda y relaciones públicas, por 0,88 millones. Al pago de sueldos y salarios la Fundación destinó el año pasado 0,49 millones. El organismo emplea a 15 personas, de las que tres ocupan puestos administrativos; dos son conserjes; cuatro jardineros; cinco “limpiadoras” y un “mozo”.
Pérdidas de medio millón de euros
En el ejercicio 2013 la Fundación Casa de Alba “no ha generado excedente positivo, sino que se han producido unas pérdidas por importe de 0,5 millones”, indica el organismo en sus últimas cuentas.
La Fundación ingresó 1,49 millones de euros el pasado año. La exhibición al público de obras de arte propiedad de la Fundación generó un millón de euros por venta de entradas. Entre 2012 y 2013 se organizó la exposición El legado de la Casa de Alba, en Madrid, la primera vez en la historia que se ha abierto al público “la fastuosa herencia artística de la XVIII Duquesa de Alba”. La muestra reunió 150 obras procedentes la mayoría del Palacio de Liria.
Al término de 2013 la Fundación registraba un pasivo corriente de 988.630 euros y un activo corriente de 26.982,3 euros.
En el Plan de Actuación formulado por Fundación Casa de Alba para 2014 se prevé emplear recursos económicos por valor de un millón de euros. De esa cantidad la mayor parte responde a gastos de personal, 0,63 millones. La Fundación preveía un gasto de 130.000 euros en reparaciones y conservación.
El organismo no contaba al término de 2013 con una previsión de ingresos para este año de subvenciones públicas, y pretendía obtener un millón de euros de aportaciones privadas.
La Fundación señala que los criterios aplicados en sus cuentas de ingresos y gastos “son acordes a la norma de registro y valoración 17 contenida en la Resolución de 26 de marzo de 2013 del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas, por la que se aprueba el Plan de Contabilidad de pequeñas y medianas entidades sin fines lucrativos”.